Un poquito sobre mi
¡Hola! Mi nombre es Elisabeth y creo en la magia de la vida. A veces me puedo despistar, pero sé que depende de mi verla, sentirla y bailar con ella.
Ya desde pequeña intuía que tenía que haber algo más grande que nos conecta y nos une. Esa intuición, esa curiosidad innata, me ha hecho aprender un montón de cosas que me han llevado de lo científico a lo más sutil o espiritual.
Estudiar enfermería me ayudó a entender la parte más física del cuerpo y la salud. Y paralelamente, la vida se fue encargando de que entendiera que lo físico y lo sutil, no son dos cosas separadas, que para vivir una vida plena y saludable, no solo hay que cuidar el cuerpo, también hay que nutrir el alma.
Dicen que cuando la persona está preparada para aprender, aparece quien le enseñe. Y en mi caso apareció una maestra. Ella me abrió una puerta para que pudiese mirar el mundo desde otra perspectiva, entendí que en mi alma vive un profundo deseo de una vida más conectada y acorde con quien en realidad soy, y desde entonces ya no ha habido vuelta atrás.
Sentí que necesitaba hacer cambios, tanto a nivel personal como laboral, y gracias al reiki, el yoga, la meditación, el mindfulness y los aceites esenciales el camino está siendo un viaje de conexión y aprendizaje en el que no me siento sola, tengo una maleta de herramientas, recursos y personas a las que recurrir cada día.


Durante todo este tiempo he aprendido a escucharme, a saber estar conmigo a solas, a disfrutarme y disfrutar de las pequeñas cosas como la conexión con la naturaleza, los animales, la belleza, los rituales, los olores, los sabores, las texturas, el movimiento, la luz….apreciar todo ello me conecta con mi verdadera esencia, a esa paz y plenitud que he buscado toda la vida.
Veo esa desconexión, esa inquietud, ese ir “como pollo sin cabeza” por la vida cada día en las personas que me rodean, especialmente en las mujeres con las que trabajo. Se sienten agotadas, desconectadas, sin tiempo para ellas y sin saber muy bien cómo parar sin sentirse culpables.
Lo sé, yo también lo he vivido.
Por eso me siento llamada a acompañarte en ese parar y observarte, en ese parar y conocerte, en ese parar y mimarte, cuidarte, conectarte. ¿Cómo? A través de las mismas herramientas que me ayudan a mí: el yoga, la meditación, los aceites esenciales y también los primeros auxilios.
· La práctica del yoga, respirar, meditar, mover tu cuerpo de forma consciente es una manera de cuidarte físicamente, y también mental, emocional y espiritualmente. Conecta todo tu ser.
· Los aceites esenciales trabajan de una manera muy parecida, es decir, su tendencia natural es la homeostasis, el equilibrio, con lo que inhalar o aplicar un aceite esencial va a equilibrar tu cuerpo, tus emociones, tu mente.
· Los primeros auxilios es otra de las grandes herramientas que puedo ofrecer al mundo, aportar conocimientos y confianza de que sabrás qué hacer en caso de que lo necesites. La información es poder y cuantas más personas tengan este conocimiento, más seguros estaremos todxs.
Si la curiosidad me ha llevado a aprender todo lo que sé ( y lo que queda ), mi alta sensibiidad me ha dado la certeza en carne propia de que cuidar mejor de mi, me ayuda a cuidar mejor de ti.

Cuanto mejor cuidas de ti, mejor puedes cuidar a los demás. Es una onda expansiva.
Cuanto más conectadas estemos, cuanto más nos conozcamos, en más armonía viviremos todas
Mi propósito es que este mensaje llegue a muchísimas personas, así estaré poniendo mi granito de arena en este mundo. Porque sí, llámame idealista, pero yo creo que un mundo mejor es posible.
